¿Cuántas veces has escuchado a alguien decir «no me gustan las croquetas»? Exacto, nunca. Solo existe una verdad absoluta y universal en la vida: a todos nos gustan las croquetas. Y si algún día encuentras a alguien que diga lo contrario, quizás necesite más croquetas en su vida, no menos.

Esta verdad tan simple y deliciosa es el corazón de lo que llamo La Teoría del producto Croqueta. En el mundo del marketing, al igual que en la vida, todos estamos buscando ese “algo” que conecte con absolutamente todo el mundo. Y como bien sabemos, si quieres conquistar corazones (y estómagos), una croqueta bien hecha es la apuesta segura.

1. Placer Universal: el atractivo de las croquetas en marketing

Las croquetas tienen un superpoder: son queridas por todos, sin excepción. Apetecibles a la vista, crujientes por fuera, suaves por dentro, y disponibles en una variedad de sabores, atractivo universal. En marketing, necesitamos crear productos o campañas que, como las croquetas, entren por los ojos y lleguen al corazón o al “estómago emocional” de los consumidores.

Imagina que tu producto es esa croqueta perfecta: algo que cualquiera querría probar, algo que simplemente no puedes resistir. Este es el concepto clave del marketing multisensorial, donde todo, desde el diseño del packaging hasta el sonido de un jingle, está pensado para capturar a tu audiencia de manera irresistible.

2. Familiaridad Confortante: conectar con el público como una Croqueta

Una croqueta nos lleva a casa, nos recuerda lo familiar y lo querido. Es un abrazo culinario que no requiere explicaciones. En marketing, lograr que un producto o campaña evoque ese mismo confort y familiaridad es clave para ganar la lealtad del consumidor. Es como cuando ves un viejo amigo: no importa cuánto tiempo haya pasado, la conexión sigue ahí.

Desde la neurociencia, sabemos que esta familiaridad tiene un impacto profundo en nuestro cerebro. Cuando vemos o experimentamos algo que nos resulta conocido, como el sabor de una croqueta, se activan los circuitos de recompensa en el cerebro, liberando dopamina y generando una sensación de bienestar. Este es el principio detrás del efecto de “exposición repetida”, que sugiere que cuanto más nos exponemos a algo, más nos gusta.

Las croquetas, con su sabor reconfortante y su capacidad de evocar recuerdos positivos, funcionan de manera similar a cómo debería funcionar una campaña de marketing efectiva: crean una conexión emocional a través de la familiaridad. Un producto que logra replicar esa sensación de hogar y confort, como lo hace una croqueta, puede no solo captar la atención, sino también mantener la lealtad del consumidor a lo largo del tiempo.

3. Conexión Emocional: Croquetas, recuerdos y marketing

Más allá del sabor, las croquetas están cargadas de emociones. Nos recuerdan a las reuniones familiares, a las tapas con amigos, a esos momentos que no querríamos olvidar. De la misma manera, en marketing, es fundamental crear campañas que no solo informen, sino que conecten emocionalmente con la audiencia y evoquen buenos recuerdos.

Aquí es donde entra el poder del storytelling: cada croqueta tiene su historia, y tu producto debería tener la suya. No estamos vendiendo solo un bien o un servicio; estamos ofreciendo una experiencia, una emoción, un lugar, algo que tu audiencia pueda recordar con cariño, como un buen plato de croquetas.

4. Versatilidad Contextual: Las Croquetas se adaptan a todo, tu producto también

Las croquetas son camaleónicas. Las puedes disfrutar en un chiringuito de playa, en un restaurante de lujo, precocinadas en el supermercado o incluso en un plato súper «cuqui» para Instagram. Esta versatilidad es algo que todo producto debe aspirar a tener. No importa el contexto, debe poder adaptarse y ser igualmente apreciado.

Esto es marketing inteligente: diseñar un producto o campaña que pueda ser disfrutado por todo tu público objetivo, sin importar el contexto. Como las croquetas, que son igual de irresistibles en cualquier escenario, tu producto debe ser relevante y atractivo, ya sea en una tienda física, online, o en cualquier plataforma que elijas.

5. Éxito Asegurado: Si Hay Croquetas, se acaban

¿Has notado que cuando hay croquetas en la mesa, siempre se acaban? Ese es el tipo de éxito que cualquier producto debería aspirar a lograr: algo tan irresistible que simplemente desaparece en cuanto se pone a disposición. Las croquetas tienen la capacidad de generar una demanda constante y natural, lo que es un verdadero indicador de éxito en el marketing. Si tu producto o campaña puede replicar esa irresistibilidad, estarás en el camino correcto.

Una estadística interesante que respalda esta idea es que el 95% de las decisiones de compra se toman de manera subconsciente, según Gerald Zaltman, profesor de Harvard Business School. Esto significa que productos que generan una atracción inmediata y visceral, como lo hacen las croquetas, tienen una ventaja significativa en el mercado. No se trata solo de estar disponible, sino de ser tan atractivo que el consumidor sienta que no puede dejar pasar la oportunidad de tenerlo.

6. Compartibilidad: Croquetas y marketing que conectan

Las croquetas son perfectas para compartir, y hay algo especial en el acto de compartir que las hace aún más memorables. En marketing, este principio es crucial: los productos y experiencias que se comparten no solo se disfrutan más, sino que se recuerdan con mayor intensidad.

Aristóteles decía que «la felicidad es el bien supremo que se alcanza a través de la virtud y la amistad». Compartir nuestras alegrías, éxitos y experiencias fortalece nuestros vínculos y maximiza nuestro disfrute. De manera similar, una campaña de marketing efectiva debe fomentar tanto la experiencia colectiva como la individual. Es la dualidad perfecta: un producto que puedes disfrutar por ti mismo, pero que se enriquece cuando lo compartes con otros, amplificando su impacto emocional y su recuerdo en la mente del consumidor.

Al igual que una croqueta sabe mejor cuando la compartes, un producto que invita a la colaboración y al compartir es más probable que deje una huella duradera. Todo lo bueno se comparte, y lo compartido se convierte en una parte esencial de nuestras historias personales y colectivas.

¿Quién puede resistirse a una buena Croqueta?, probablemente nadie.

La Teoría del producto Croqueta es una estrategia práctica y universal para el marketing. Si puedes crear algo tan irresistible, versátil y emocionalmente resonante como una croqueta, estarás en camino de lograr el éxito.

Si aplicas estos principios en tu estrategia de marketing, es probable que tampoco puedan resistirse a tu producto: Placer, Familiaridad, Conexión, Versatilidad, Éxito y Compartibilidad.

 

«Al igual que una croqueta, el marketing efectivo debe ser irresistible por fuera y reconfortante por dentro»